La Mujer Zorro
Mi relación con los animales empezó con una mascota. Desde chicas mi hermana y yo amamos los animales, creo que mi abuela paterna es quien aporta el gen del amor animal rabioso. Obviamente siempre quisimos tener un perro y al final mis padres aceptaron y llegó Mateo, un cocker dorado malcriadísimo que fue parte de nuestra familia por 16 años.
Pero el amor animal es solo uno de los condimentos que me hacen lo que soy hoy, esta mezcla de ceramista y joyera de fauna. Vengo de una familia de artesanos de Montevideo de quienes aprendí, el amor por los materiales, la capacidad de experimentación, mucho de diseño y también los valores de la constancia y el trabajo independiente. Durante mi adolescencia empecé a asistir de manera muy rigurosa a un taller de cerámica en la Casa de la Cultura Del Prado en Montevideo donde me enamoré de la alfarería y el gres. Estuve casi diez años con las manos bien metidas en el barro, en el torno y en la producción.
Había que hacer una pausa y la fotografía tomo protagonismo, me llevó a la publicidad y de Uruguay a Alemania. Pero en Europa, añoraba América dibujando maras y coatíes. Y el regreso ya fue en Argentina, con sueños de campos en la Patagonia y perro gigantes. Viajé mucho por nuestros paisajes inmensos y los vi por todas partes, nuestra fauna, símbolo peludo de nuestra región y nuestra identidad.
Mi colección de joyería de porcelana es una búsqueda expresiva, en ella intento volcar diversos aspectos de mi formación y mi sensibilidad. Mis años de investigación en cerámica, las ilustraciones de fauna autóctona, la herencia del taller artesanal familiar. Y también algunas ideas, sobre todo en la construcción de un sentido de pertenencia, mi identidad asociada con mi origen americano. Me gusta jugar con este concepto de la mujer zorro. Los zorros son en este camino el símbolo más claro de esta búsqueda, una metáfora entrañable de mi identidad. Por un lado el zorro representa un busca vida, un oportunista en el buen sentido. Yo como artista independiente me identifico con esa idea de crear mi camino desde la oportunidad. Pero el zorro tambien es un símbolo periferia, entre los salvaje y lo domesticado, sobreviven en la frontera entre la naturaleza y la civilización. Y esta es para mi una hermosa metáfora del ser Sudamericano.